Y haced que vuestra mesa sea un altar en el que lo puro y lo inocente, el buque y la pradera sean sacrificados a aquello que es más puro y aún inocente que el hombre.
lunes, diciembre 31, 2012
06 HABLANOS DEL COMER Y EL BEBER
Entonces, un viejo que tenía una
posada dijo: Háblanos del comer y del beber.
Y haced que vuestra mesa sea un altar en el que lo puro y lo inocente, el buque y la pradera sean sacrificados a aquello que es más puro y aún inocente que el hombre.
Y haced que vuestra mesa sea un altar en el que lo puro y lo inocente, el buque y la pradera sean sacrificados a aquello que es más puro y aún inocente que el hombre.
Cuando matéis un
animal, decidle en vuestro corazón:
El mismo poder que te sacrifica,
me sacrifica también; yo seré también destruido.
La misma ley que te entrega en mis manos
me entregará a mí en manos más poderosas.
Tu sangre y mi sangre no son otra cosa
que la savia que alimenta el árbol del cielo.
Y, cuando mordáis una
manzana, decidle en vuestro corazón:
Tus semillas vivirán en mi cuerpo.
Y los botones de tu mañana florecerán en mi corazón.
Y tu fragancia será mi aliento.
Y gozaremos juntos a través de todas las estaciones.
Y, en el otoño, cuando reunáis
las uvas de vuestras vides para el lagar, decid en vuestro corazón:
Yo soy también una vid y mi fruto será llevado al
lagar.
Y, como vino nuevo será guardado en vasos eternos.
Y, en el invierno, cuando sorbáis el vino,
que haya en vuestro corazón un canto para cada copa.
Y que haya en ese canto un recuerdo para los días
otoñales
y para la vid y para el lagar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario